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Una de las virtudes más admiradas a lo largo de los tiempos y, sin embargo, una de las menos respetadas en nuestros días, es sin duda la del silencio. Palabra que evoca en sí misma algo velado, secreto y arcano. ¿Qué misterio oculta el silencio? ¿Qué relación posee con la esencia íntima del Ser? ¿Qué mágico encanto posee el silencio...?
Nuestra sociedad actual, inmersa en esta locura llamada "civilización" comienza a darse cuenta de lo que hoy llamamos "contaminación por el ruido", sin duda más peligrosa que cualquiera otra. El estrepitoso vivir de cada día y el inútil desprecio de las palabras, provocan en el ser humano una sensación angustiosa, que es la matriz misma del desequilibrio nervioso y de la infelicidad.
A veces el silencio es relacionado justamente con la soledad. Pero, ¿qué es la soledad…?
La soledad no es precisamente la ausencia de compañía, pues muy a menudo el hombre se siente solo aún en medio de la masa de las ciudades.
La soledad es dulce cuando se desea voluntariamente. Para el místico, la soledad no es sinónimo de vacío sino de Absoluto.
Nuestra sociedad actual, inmersa en esta locura llamada "civilización" comienza a darse cuenta de lo que hoy llamamos "contaminación por el ruido", sin duda más peligrosa que cualquiera otra. El estrepitoso vivir de cada día y el inútil desprecio de las palabras, provocan en el ser humano una sensación angustiosa, que es la matriz misma del desequilibrio nervioso y de la infelicidad.
A veces el silencio es relacionado justamente con la soledad. Pero, ¿qué es la soledad…?
La soledad no es precisamente la ausencia de compañía, pues muy a menudo el hombre se siente solo aún en medio de la masa de las ciudades.
La soledad es dulce cuando se desea voluntariamente. Para el místico, la soledad no es sinónimo de vacío sino de Absoluto.
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Sin duda la Ley del Silencio es una de las principales cualidades del estudiante en el sendero. Pero, cuán difícil es mantenerse silente en una sociedad que casi continuamente nos impulsa a la acción, a la elección y al juicio. Nos encontramos hoy ante una forma de vida que llega a ser una constante prueba para el Místico.
Debemos aprender entonces, que callarse, guardar silencio es una de las claves maestras en el camino de la evolución. No pronunciar jamás palabras injuriosas, jamás repetir habladurías, sino ser siempre un devoto del silencio, un testigo silencioso que ve ante si los acontecimientos de la vida tomando parte activa en ellos, siendo muy cauteloso, sabiendo guardar silencio cuando corresponde.
Diciendo sólo lo que es justo, hablando sólo de las cosas bellas y nobles de la vida, buscando siempre el lado positivo de las personas e intentando día a día llegar a la esencia de todas las cosas. El Místico no debe intentar ser comprendido, él debe esforzarse en comprender. Desde su lugar de silencio, el Místico ama y calla.
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Unos versos sagrados evocan el simbolismo y la grandeza del silencio:
"Nada digas , Nada preguntes
Cuando quieras hablar, quédate mudo
Que un silencio sin fin sea tu escudo, y al mismo tiempo tu perfecta espada
No llames si la puerta está cerrada. No llores si el dolor es más agudo
No cantes si la senda es menos ruda. No interrogues sino con la mirada
Y así, en la Paz que tranquilamente invadirá tu pecho, de ese modo …
sentirás el latido enamorado con que tu corazón, recuperado, te lo irá diciendo Todo,
Todo, Todo ..."
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